CONVERGING CULTURES: Jews, Muslims, and Christians in Medieval Spain


CULTURAS CONVERGENTES: Judíos, Musulmanes y Cristianos en La España Medieval

Vista de Granada desde La AlhambraEl turista que visita España hoy en día no deja de visitar el sur del país y maravillarse de la arquitectura y ambiente islámicos. Muchos, al pensar después en España la identifican con la Alhambra y el perfume del azahar.

¿ Dónde están los musulmanes ahora? Pues, recientemente muchos están regresando del norte de Africa, algunos son, quizás, descendientes de los vencidos, exilados y perseguidos de hace años.. Hoy están buscando una vida mejor, y junto con los senegaleses o nigerianos están pasando peligrosamente el Estrecho de Gibraltar en balsas o escondidos en barcos porque son ahora inmigrantes frecuentemente ilegales. Hace siglos, sin embargo, entraron los musulmanes por el mismo Estrecho valientes, celosos y poderosos en fuerzas armadas y la España visigoda se rindió ante ellos. Hoy en día en España hablan de un nueva conquista--la constante llegada de los inmigrantes que se meten en la agricultura o en la venta de cosas en las calles o en tiendas pequeñas.

Américo Castro, un pensador español, ha dicho que el español es como es a causa de la larga convivencia que experimentó con los judíos y los musulmanes.

A pesar del duro rechazo de estas gentes no cristianas y su total eliminación de la península (ayudado por la Inquisición) al final de del siglo quince y principios del dieciséis, habían coexistido desde el siglo ocho. Esta convivencia no podía dejar de influir en la formación de la identidad nacional.

En este programa, vamos a recuperar estos años por medio de un breve recorrido por la historia, la cultura, la literatura, la música y la pintura. Al final, se debe de tener una idea más clara de la sociedad española multicultural de la edad media y de las aportaciones de los tres grupos principales: el musulmán, el judío, y el cristiano. Los temas son los siguientes:

LA EXPANSION ARABE Y LA LLEGADA A ESPAÑA

Cuando los musulmanes invadieron España en el año 711 sin mucha resistencia, ésta fue sólo una etapa más de su progresiva expansión, que había empezado lejos, en Arabia (Mahoma 570-632 A.D. nació en La Meca). Procedía en todas direcciones, finalmente hacia el noroeste: Argelia y Marruecos durante el siglo siete. La concepción islámica de yihado guerra santa (cruzada) no fue un fenómeno puramente religioso sino también un instrumento político y económico. H. Mongomery Watt en su libro sobre la historia de la España islámica, nos cuenta que en su expansión a saltos por el norte de Africa, sólo pidieron conversión a la religión de Mahoma cuando los adversarios eran politeístas o idólatras. Para los judíos y los cristianos-los pueblos del libro (monoteístas) con tradiciones escritas-existía la posibilidad de convertirse en grupo protegido. Esto quería decir que pagaban un impuesto o tributo a los musulmanes pero que gozaban de autonomía interna. En el 698 los bizantinos fueron expulsados de Cartago, y poco después del 700, expediciones de árabes y de beréberes musulmanes (¿nómadas?) empezaron a penetrar en la costa Atlántica a través de Argelia. Los beréberes, sedentarios en estas regiones, por fin reconocieron la soberanía árabe. Los oficiales y gobernadores musulmanes estaban bajo la autoridad de el califa de Damasco.

La llegada de las tropas árabes (aunque principalmente beréberes) a España, entonces, se debió a los siguientes factores:

LA ESPAÑA VISIGODA

Sin entender la situación de los visigodos en el momento de la invasión, es difícil entender la rápida conquista islámica de la península que ocurrió en tan pocos años (entre el 711 y el 718).

Corona votiva Recesvinto sig.VIILos visigodos habían entrado en España en el año 414. La mayoría de la población hispanoromana había sido cristianizada, pero los visigodos se adhirieron al Arrianismo (secta herética del Catolicismo según la cual Jesús era simplemente un hombre más) dificultando su integración. Sin embargo, en el año 587 el Rey Ricaredo se convirtió al Catolicismo. Las clases elevadas y la jerarquía clesiástica participaron en el gobierno y la administración del reino (no llegando a ser, sin embargo, a una teocracia).

La monarquía no era muy fuerte. Había muchas intrigas en torno a la sucesión que ocurrió por medio de una elección de entre los miembros de las clases elevadas y no por vía hereditaria. No había tampoco un ejército permanente ni adecuado. Este se formaba con hombres libres y sólo cuando el rey los convocaba. La población se componía de hispanorromanos libres y campesinos en servidumbre viviendo en condiciones muy duras. El descontento entre las clases populares era tanto, que en el momento de la invasión, recibieron a los musulmanes como libertadores y los apoyaron.

La vida urbana no había sido respetada por los visigodos, dada su primitiva forma de vida. Bajo los visigodos, los habitantes de la ciudad perdieron muchos de los privilegios municipales que habían disfrutado bajo los romanos. La caída del Imperio Romano había afectado enormemente a las ciudades en términos económicos. La actitud visigoda hacia las ciudades y la economía afectaron principalmente a los judíos, porque muchos de ellos eran comerciantes. La situación fue exagerada también a causa del poder de la iglesia en el gobierno. La jerarquía de la Iglesia veía a los judíos como el enemigo y había varios decretos rigurosos (por ejemplo, los del Concilio del 693 y 694) que limitaban sus actividades comerciales y condenaba a la esclavitud a los que no aceptaron el bautismo. Aunque no se implementaron estrictamente estos decretos, existía gran descontento entre los judíos. Así que ellos también vieron favorablemente la invasión de los musulmanes, facilitando quizás su entrada los judíos ubicados en el norte de Africa en particular.

Nos interesa especialmente la disputa sobre el trono que ocurrió justo antes de la entrada de los musulmanes. El rey Vitiza, en el poder desde el año 687, quería que su hijo , Agila, le sucediera al trono. Sin embargo, al morir aquél en el 710, los nobles eligieron rey a Rodrigo pero Agila seguía en la provincia al nordeste, Tarraconense, gobernando como si fuera rey. Así que en el momento de la invasión y después de la derrota, no había una autoridad central clara. Fue Rodrigo, sin embargo, él que se enfrentó con las tropas musulmanes y quien perdió su vida y su país en la batalla de Guadalete en el año 711.

Es interesante que la "pérdida de España" haya entrado en la leyenda como una historia de seducción y traición cuyos protagonistas son el Rey Rodrigo, el CondeJulián de Ceuta y su hija, Florinda. Parece que el conde mandó a su hija a servir en la Corte en Toledo como era costumbre entre las familias nobles. Allí el Rey Rodrigo la sedujo y ella se quejó ante su padre. Éste, enfurecido, decidió vengarse e invitó a los musulmanes a que fueran a España a recobrarle el honor perdido castigando a Rodrigo. En otras leyendas se cuenta la naturaleza providencial de la invasión: todo había sido profetizado y Rodrigo fue simplemente el instrumento del cumplimiento de la profecía--él abrió por orgullo un espacio prohibido y cerrado bajo siete llaves. En este lugar se había pintado en un lienzo la invasión islámica..

En conclusión, la debilidad del reino visigodo y la fácil entrada de las tropas islámicas se explican por los siguientes factores:

Península ibérica ca. 800LA CONQUISTA MUSULMANA

Hubo varias incursiones anteriores a la gran invasión del 711. Es posible que el CondeJulián fuese uno de los que las apoyaban. La mayor parte de las tropas de la invasión fueron beréberes y su jefe ibn Ziyad, Tariq , dio su nombre a Gibraltar (Yabal Tarik, la montaña de Tarik). Un año más tarde en el 712, Musa ibn Nusayr cruzó el Estrecho y avanzó sobre Sevilla y Mérida. Entre los dos ocuparon por medio de tratos diplomáticos o guerra a casi toda la península menos las partes más montañosas al norte. Después, dejando al lado Galicia y Asturias, tropas musulmanas avanzaron hacia Francia; en el 732 fueron detenidos por Carlos Martel en Poitiers ( a veces llamada la batalla de Tours). Una de las batallas de resistencia más celebradas en España (aunque sin consecuencias a largo plazo) es la batalla de Covandonga (718) en Asturias, donde fueron victoriosas las tropas de Pelayo.

Los visigodos que habían apoyado la invasión se quedaron con sus bienes; los que no, vieron expropiados los suyos que fueron repartidos entre los musulmanes. No hubo presión para convertirse al islam y los invasores dejaron en paz a la gente. Vieron a los judíos y cristianos como "la gente del libro" cuyos textos sagrados respetaron como precedentes de la revelación final: la de Alá y su profeta Mahoma. Sin embargo, los invasores no formaban un todo homógeno. Existían rivalidades y conflictos entre los árabes, los sirios y los egipcios, y ninguno de ellos podía confiar en la lealtad de sus tropas, en su mayoría compuestas por beréberes. Había rivalidades y conflictos entre ellos. Los gobernadores de España (al-Andaluz) eran nombrados desde Damasco. Hubo veintitrés gobernadores entre los años 732 y 755.
 

AL-ANDALUZ: EL CALIFATO DE CÓRDOBA

Los árabes denominaron a la Pensinsula ibérica, "al-Andaluz". Es una corrupción del término "Vandalucia" (de los invasores anteriores, los vándalos). Hoy en día, Andalucía se refiere a la región del sudeste de España, que estuvo bajo los musulmanes del siglo trece al quince. Para los árabes, al-Andaluzfue sólo una provincia o parte de una provincia de un vasto imperio (como el romano) dirigido desde Damasco. El gobernante del imperio era el califa (del árabe jalifa) que significa sucesor o delegado. Se consideraba como el sucesor de Mahoma en sus poderes temporales, no espirituales. Los califas que gobernaron del año 661 al 750 fueron de la familia de los Omayas e instalaron su capital en Damasco. El gobierno se concebía según las normas de una tribu nómada árabe. Si en el principio se gobernaron según acuerdos respetuosos y la sucesión no era por primogenitura sino por elección, con los años llegaron a ser más autócratas (como se ve en la sucesión de una familia, los Omayas). En las "colonias" el gobernador era por fuerza el general del ejército.

Existía en España un fuerte sentimiento de soberanía y autonomía debido a la gran distancia del centro de poder y la combinación de grupos en el país. Con el derrocamiento del califato omeya en Damasco y su sustitución por el gobierno abasí, se sintió aun más la estabilidad del gobierno en España. Cuando llegó al país Abd al-Rahman I, nacido en el 730 (gob. del 756 al 788) , un príncipe omeya que había sobrevivido la matanza de su familia en Siria y quien había vivido entre los beréberes durante parte de su largo exilio, pudo fundar el Emirato de Córdoba. El título de emir (caudillo) se había ulilizado los gobernadores de las provincias, pero esta vez, puesto que los Abasíes (ahora en el poder en Damasco) habían matado a toda su familia, no lo iban a reconocer y Abd al-RahmanI no reconoció a nungún superior. Su éxito se explica en parte por su personalidad carismática y su apoyo por parte de muchos beréberes que se veían descontentos con el trato anterior.
Córdoba,  Mesquita/Catedral ,capilla árabe Córdoba. La Mesquita. El mihrad
Córdoba (que había sido capital en época romana) fue elegida capital fija porque entre las ciudades de al-Andaluz era la más centralizada, rica con pocos cristianos. Las bases de gobernación que Abd al-Rahman I organizó funcionaron durante dos siglos y medio. Formó un ejército profesional, se independizó de Damasco económicamente, hizo de Córdoba un centro comercial con tratos europeos, fomentó una vida cultural e inició la construcción de la Gran Mesquita de Córdoba (construída sobre lo que había sido templo romano y, luego, catedral) .

Uno de los problemas principales del emirato independiente era la diversidad de la población. Los árabes, desde luego todos musulmanes, se hallaban divididos. Existía una antigua oposición entre los yemeníes y qaysís que dejó paso a otra entre los árabes que venían en la primera oleada, llamados "antiguos colonos" y los llegados posteriormente, "sirios". Había también oposición entre los beréberesy los pobladores nativos convertidos. Los primeros era el grupo más numeroso (fueron la mayoría de las tropas invasoras y ocupantes). Entre ellos había los sedentarios y los de origen nómada. Los beréberes siempre fueron tratatos por los árabes como inferiores y, por esto, siempre había entre ellos algún descontento. A los convertidos, que llegaron a ser muchos , los llamaronmusalim(los que cambiaron de religión). A los musulmanes españoles los llamaron muwalladun (muladíes, cristianos ibéricos convertidos).  Los españoles llamaron a éstos después, "renegados". Ellos se habrián convertido debido a su desconfianza de los obispos cristianos (relacionados con la dominación visigoda), la atraccción de la cultura superior de los musulmanes, y por razones económicas. También había un número considerable de cristianos que conservaron su religión. Éstos recibían el nombre de mozárabes (arabizantes o arabizados). Ellos aprendieron el árabe (aunque probablemente hablaron un dialecto romance) y adoptaron muchas costumbres arabes. Había también en las ciudades principales muchos judíos, quienes perseguidos por los visigodos habían ayudado en la conquista musulmana y no mostraron tendencias a la rebelión.

Los emires trataban con bastante tolerancia a los súbditos pero podían ser muy fuertes y aun crueles con los que se resistían o sublevaban o insultaban al profeta o al Islam. Para los emires fue muy importante el establecimiento de una autoridad central. Su ejército profesional se formó con esclavos que venían principalmente del norte de los Pirineos. Había revueltas esporádicas, escaramuzas y otras actividades militares en las fronteras, pero los omayas prosperaron. Debemos recordar, por ejemplo, la expedición del 778 de Carlomagno contra Zaragoza, hecha famosa en el poema épico francés, "Le Chanson de Roland", en la cual la retaguardia francesa fue derrotada en Roncesvalles y perdieron varios jóvenes de la nobleza.

El siglo diez marca el cenit del poder político, desarrollo económico y cultural de los árabes.. Abd al-Rahman III asumió los títulos de "califa" además de los de "jefe de los creyentes"y "defensor de la religión de Dios". Reconoció con esto la independencia del gobernante de al-Andaluz respecto a toda autoridad política musulmana superior, desde luego, su descendencia había venido de los antiguos omayas de Damasco.

La prosperidad se expresaría en el bienestar económico, la arquitectura, la literatura y las actividades intelectuales y artísticas. Los musulmanes desarrollaron técnicas de regadío en la agricultura y el superior nivel tecnológico posibilitó la obtención de nuevos productos. Se atribuye a los musulmanes la introducción en España de los naranjos y varias otras especies de frutas y verduras; también el arroz, la caña de azúcar, y el algodón. Al-Andaluz era rica en minerales y perfeccionaron el trabajo artístico de los metales. También se desarrollaron las ciudades y la urbanización algo que se había heredado desde el principio en la Meca. Los árabes lograron estimular un auténtico sentimiento de ciudadanía. Watt cita a otro historiador, "el Norte que quería tener lo más avanzado en las ciencias, en la medicina, en la agricultura, en la industria o en la vida civilizada, tenía que ir a España a aprenderlo". Entre tanto en la España visigoda/cristiana, predominaba la tradición campesina/agrícola y carecían de tierras más fértiles.

Los historiadores dicen que la corte de Abd al-Rahman III era parecida a la de Florencia del Renacimiento y también llaman el Luis XIV de su época . El califa rechazó el alcázar (del el Ksar, palacio de los reyes) tradicional de Córdoba y se construyó otro magnífico y extravagante que llamó Medinat-al-Zahra a una corta distancia de Códoba (desgraciadamente ya no existe).

Los árabes habían llegado a España con una formación intelectual y ya en época de relativa paz y estabilidad pudieron cultuvar estos intereses. El califa hizo traer desde lugares lejanos- Persia, Asia y India--no sólo libros sino también intelectuales, poetas y artistas. Desde Bizancio y el mundo árabe (El Cairo, Bagdad, Damasco) llegaron las obras de Dioscorides, Platón y Aristóteles y el refinamiento en la comida y las comodidades domésticas. De mucho prestigio fueron las ideas sobre la medicina, la botánica y las matemáticas (principalmente desarrolladas desde los griegos). Los judíos participaron de manera activa en el fomento intelectual (de sus contribuciones hablaremos más adelante).

La poesía, tan admirada de temas sensuales o odas de elogio de algún príncipe, tenía una larga tradición entre los árabes. Las contribuciones más originales de al-Andaluz mostrarán, sin embargo, el mestizaje de las razas. Los muladíes (cristianos convertidos al Islam y que vivían entre ellos) y los mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán) eran vecinos cercanos y era inevitable que compartieran la literatura de los invasores . La moaxaja y el zejel son dos casos de esta coexistencia. La moaxaja (a veces en hebreo o en árabe) en sus formas más comunes, un poema de cinco estrofas con un pareado inicial que podía utilizarse como estribillo, pero que en cualquier caso, proporcionaba un elemento de referencia, ya que cada estrofa posterior se componía de tres versos con rima propia seguidos de dos versos que reproducían la rima del pareado inicial. Así pues, el esquema de la rima sería el siguiente:
 

AA bbbAA (AA) cccAA (AA)
 

Juglar castellano cantando con un juglar moroTambién podían realizarse, sin embargo, reelaboraciones y variantes de este esquema. El pareado final, denotado jarcha, había de ser la clave de todo el poema. Lo interesante aquí es que la lengua de la jarcha no está compuesta en árabe clásico sino en la lengua usual o en romance-una mezcla de árabe vulgar y de romance. A veces las canciones están escritas con caracteres hebreos o árabes, pero la lengua no es hebrea ni árabe; ¡ es un viejísimo dialecto mozárabe! Casí todas están en forma de observaciones puestas en boca de una mujer.
Reinados de los Taífas FIN DE LA DOMINACIÓN ÁRABE Y EL REINADO DE LOS TAIFAS

Después del esplendor del siglo diez, el siguiente siglo fue el principio de la desintegración del gobierno central. El joven califa, Hisam II, fue separado del poder que el ambicioso Almanzor, su mayordomo, quería ejercer. Éste queriendo el apoyo de los juristas fundamentalistas, quemó obras heréticas de la biblioteca del predecesor de Hisam, Hakam II. Mientras que el jóven califa fue dado a placeres sensuales y a la indolencia, Almanzor trasladó la administración a un nuevo palacio. Además, su "reinado" fue de una gran actividad militar contra los cristianos. El resultado fue la extensión del territorio dominado y ocupado por los musulmanes (la mayor parte en León y Castilla). Los musulmanes marcharon sobre Barcelona y en el 997 una gran expedición saqueó y destruyó la iglesia y el sepulcro de Santiago de Compostela (respetando, sin embargo, la tumba del santo). Llevaron las campanas de la iglesia que iban a quedarse en Córdoba hasta 1236. También extendieron su poder al norte de Africa.
Fragmento de tela de seda y oro del período taífa sig. XI
El período que va el 1008 al 1031 es en cierto modo uno de los más trágicos cuartos de siglo de toda la historia. Desde el pináculo de su riqueza, de su poder y de su esplendor cultural, al-Andaluz se desplomó en el abismo de una sangrienta guerrra civil. Ninguna autoridad central era capaz de mantener el orden en el país. Todo terminó en 1031 cuando un consejo de notables reunido en Córdoba decretó la abolición del califato y el establecimiento de un consejo del estado (que sólo gobernaba en la región de Córdoba). Las treinta ciudades más importantes tenían un gobernante más o menos independiente. Este período es conocido por el nombre de época de los reyes de taifas (banderías o "Party Kings" en inglés) que eran de los tres grupos étnicos: los beréberes, los esclavos y los andaluces (todos los musulmanes de origen tanto árabe como ibérico). Entre los andaluces, el más fuerte fue la de los Abbadíes de Sevilla. A pesar de las dificultades políticas, florecieron las artes y letras en las taifas especialmente en Sevilla.

La desintegración de la autoridad central permitió a los cristianos del norte hacer sentir su presencia. En vez de pagar tributo al califa, empezaron a exigirlo a los reyes de taífas. Al finales del siglo, grandes figuras de la Reconquista como Alfonso VI León y Castilla llegaron a imponer el tributo hasta a Sevilla; y Toledo se rindió en 1085. Es también la epoca del héroe nacional cristiano, El Cid. Como veremos más adelante, sin embargo, las "conquistas" tanto musulmanas como cristianas fortalecieron los reinos con los tributos y no figuraba casi el elemento religioso. Había muchos soldados cristianos en las fuerzas militares musulmanes y los cristianos a veces luchaban en favor de los musulmanes en sus disputas contra cristianos u otros musulmanes.
 

LOS ALMORAVIDES

Con la caída de Toledo a manos cristianas, el rey de Sevilla pidió ayuda al ejército del norte de Africa. Vino Yusef y resultó victorioso en su lucha contra los cristianos (no en Toledo, sin embargo). Éste volvió a África pero regresó de nuevo con el fin de someter a los moralmente enflaquecidos musulmanes a la ley ortodoxa y de unificarles con un nuevo fervor religioso. Los Almorávides fueron muy duros con los judíos y con los mozárabes, sin mostrar la tolerancia de los líderes islámicos anteriores. Sin embargo, las tentaciones del lujo y la gracia de al-Andaluz muy pronto sedujeron a los que habían venido para hacerles adoptar a los musulmanes andaluces una vida más rigurosa. El resultado fue el fracaso de sus intenciones.
 

LOS ALMOHADES

Como los Almorávides, los Almohades (los nombres son tan parecidos que es difícil mantenerlos separados), fueron una secta ortodoxa llenos de un fervor religioso. Su fundador, Ibn Tumart provenía del sur de Marruecos y había estudiado en al -Andaluz y en el este. Iba a tener mucho éxito en el Algarve y en España donde iba a poder controlar todo el poder hacia el final del siglo doce. Hubo unas pérdidas a los cristianos que se iban fortaleciéndo pero su dominio extendió a todo el territorio islámico español. Sevilla fue la ciudad preferida y los almohades contruyeron allí la Giralda (ca. 1185) que fue parte de una mesquita colosal (sólo la torre queda hoy en día).

Se organizó entre los cristianos en época de Alfonso VIII una especie de cruzada-incluía tropas francesas y castellanas y el apoyo del Papa Inocente. Se enfrentaron con los almohadas en Navas de Tolosa. La fecha fue el año 1212 y fue una victoria importante por las fuerzas cristianas.

Los reyes cristianos ya fortalecidos empezaron sus reconquistas de territorio andaluz durante este siglo. Córdoba se rindió en 1236 y Sevilla en 1248 (se hablara más sobre la reconquista más adelante).
 

España musulmana  (siglos 12-14)LOS NAZARÍES DE GRANADA

A mediados del siglo trece, la mayor parte de la Península Iberica estaba bajo el control cristiano de los reyes de Castilla, Aragón y Portugal. La dinastía nazarí, fundada por Muhammad ibn Yusuf ibn Nasr hacia el 231, se retiraba hacia el sur con el avance de Fernando III hasta quedar con su sede en Granada. El jefe musulmás se convirtió en vasallo de Fernando y lo apoyó en sus campañas. El Estado que se creó de esta forma se extendía desde Tarifa (poco más allá de Gibraltar), en el oeste, hasta unos treinta o cuarenta kilómetros al este, después de Almería, y al norte, cerca de Jaén. Poco a poco los otros gobernantes vasallos de Fernando fueron desapareciendo y fueron sustituidos por cristianos.

Cabe preguntarse, ¿por qué mantuvo Muhammad su independencia hasta la conquista del 1492? En primer lugar, parece que Muhammad fue un buen vasallo de Fernando y de su hijo. Puede ser que les fueran conveniente a los cristianos tener un lugar de refugio para los muchos musulmanes conquistados descontentos. ¿Habrán pensado en un estado independiente musulmán permanente? Quizás fuera debido a factores geográficos-la naturaleza montañosa y su proximidad a Africa--defensas naturales por las que quizás no valiera la pena llevar a cabo una batalla costosa. Lo que sabemos es que allí no había mozárabes, se hablaba sólo árabe, y daban prioridad al Islam.

El período de mayor brillantez nazarí granadina comienza en 1344 y termina en 1396; durante él se construyó la parte más bella de la Alhambra. El estado alcanzó en conjunto una gran prosperidad gracias a la agricultura intensiva, los oficios urbanos y el comercio.El final del reino nazarí se debió tanto a su propia debilidad interna como al creciente poderío de los cristianos. Este poderío aumentó considerablemente gracias a la unión de Aragón y Castilla por el matrimonio (1469) entre Isabel, reina de Castilla a partir de 1474, y Fernando II, rey de Aragón desde 1479. Sin embargo, el desastre final habría podido posponerse si los dirigentes musulmanes no hubieran perdido la paciencia con un ataque contra el castillo de Zahara. Fernando se aprovechó de las divisiones Espada nasarí del sig. XVCasco hispanoárabe sig. XVmusulmanas y conquistó varios pueblos antes de emprender la conquista de Granada, la ciudad. Esto fue lanzada en 1491 y antes de terminar el año los nazaríes decidieron rendirse. Este se produjo en los primeros días de 1492 con una garantía de condiciones honorables. La salida y despedida de Boabdil, el último gobernante musulmán está recogida en un romance ("ballad")..Rendición de Granada con Fernando e Isabel presentes

Esta rendición representa el final de la España islámica pero no de los musulmanes que vivían en el país. A veces en algunas regiones, los musulmanes representaban la mayoría de la población (por ejemplo, en el nuevo territorio de Granada). En Aragón y la provincia de Valencia los cristianos eran una minoría relativamente pequeña. Aquellos musulmanes que continuaron en sus antiguos hogares recibieron el nombre de mudéjares. Tenían una posición similar a la de las minorías protegidas en los Estados islámicos. Conservaban su propia religión, leyes y costumbres, y tenían libertad para seguir ejerciendo sus oficios y para comerciar. A cambio de sus privilegios pagaban una capitación o tributo. Constituían comunidades separadas, en ocasiones obligatoriamente diferenciadas por su forma de vestir; y habitaban barrios especiales. Muchos de ellos eran ricos y había ciertos oficios que estaban casi totalmente en manos de mudéjares.

A principios del siglo quince puede observarse un cambio de actitud entre los cristianos españoles, quizás debido a diferencias económicas. Empezaron a surgir prejuicios antimusulmanes entre el pueblo llano. El arzobispo de Granada después de la conquista, Hernando de Talavera, intentó persuadirles a conversión pero sin fuerza. Había presión en otras partes a que se conviertieran al catolicismo y muchos lo hicieron por los beneficios que ello ofrecía. Estos convertidos reciberon el nombre de moriscos. Claro que el Edicto de Expulsión de los judíos ocurrió en el mismo año de la conquista de Granada (1492) y el ambiente no favorecía la presencia de otros "herejes" entre la población cristiana. Representó el final de la convivencia anterior. Los moriscos no se asimilaron y siguieron siendo una minoría aislada. Muchos de ellos seguían creyendo y practicando su religión en secreto. Anteriormente, en 1478, la Inquisición había sido nacionalizada, en el sentido de que en el futuro los inquisidores de España serían designados por el rey y la reina, y no por el Papa. Esto iba a tener consecuencias negativas para los moriscos. Serían expulsados en época de Felipe III (1609).
 

SEFARAD: LOS JUDÍOS EN ESPAÑA ANTES DE LA CONQUISTA

Sefarades el término que utilizaban los judíos para referirse a España. Los judíos españoles son sefardí es y esta palabra es la que se usa hasta hoy en día para señalar a los judíos de raíces penínsulares (antes de que fueran expulsados en 1492). Se sabe que había judíos en España desde tiempos de los fenicios pero que en número más importante y organizado llegaron tras la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70. A fines del Imperio Romano, se sabe que eran numerosos y que se dedicaban principalmente a la agricultura. Vivían sin muchos problemas bajo los romanos y los primeros tiempos visigodos cuando éstos eran arrianos. Sin embargo, con la conversión de Ricaredo a la religión católica en 586, comenzaron a perseguir a los judíos. Su situación fue exagerada también a causa del poder de la iglesia en el gobierno. Las jerarquías de la Iglesia veían a los judíos como el enemigo y huvo varios decretos rigurosos (por ejemplo, los del Concilio del 693 y 694) que limitaban sus actividades comerciales e incluso el rey Egica, condenó a la esclavitud a los que no aceptaron el bautismo. Aunque no se implementaron estrictamente estos decretos, existía gran descontento entre los judíos. Así que ellos también veían favorablemente la invasión de los musulmanes, facilitando quizás su entrada los judíos ubicados en el norte de Africa en particular.
 

LOS JUDÍOS BAJO ISLAM

La invasión de los árabes en el año 711 representó una liberación para los judíos y se pusieron al servicio de los nuevos gobernantes. Hubo una fuerte inmigración de judíos entre los siglos ocho y nueve procedente del norte de Africa. Ciudades como Granada, Tarragona y Lucena fueron llamadas "ciudades judías" por geógrafos árabes (siendo siempre una minoría, sin embargo). En la Edad Media la población judía de España fue la más numerosa de toda Europa. En las ciudades hacía falta gente que se dedicara a la administración y comercio lo que no les interesaba a los árabes ni beréberes; así que los judíos llegaron a ser expertos en estas áreas.

A partir del califato de Córdoba, siglo diez, y los reinos de tarifas después, los judíos alcanzarán un alto nivel de bienestar y cultura-se hablará después de la "Edad de Oro" judía.

Sabemos algo de los judíos en el reino nazarí por las crónicas árabes y en parte por las hebreas. Su condición jurídica corresponde a la de las gentes del libro, los dimmies, a los que el Islam concedía protección; estaban sometidos a ciertas obligaciones, tanto indumentarias como fiscales. Dicen que tenían que llevar un gorro amarillo en vez de turbante y que un sultán les obligó a los del emirato granadino a llevar un signo distintivo cuya naturaleza no precisa y un vestido que les diferenciaba de los musulmanes. Esta medida adoptada entre el 1314 y el 1325 para forzar a los judíos a pagar el tributo legal obligatorio siguió vigente a lo largo del siglo catorce. A pesar de estas prohibiciones, Muhammad V mostró una actitud benevolente hacia los judíos y respectó a los de Castilla en el transcurso de sus incursiones fronterizas. Después de asolar Jaén en 1367, volvió a su emirato con trescientas familias judías, evitando así que corrieran la misma suerte que sus correligionarios caídos en manos de su enemigo, Enrique de Trastámara.
 

LOS JUDIOS EN LA ESPANA CRISTIANA
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Existían importantes juderías en Barcelona y en los centros comerciales del Caminode Santiago, principalmente en León (sin embargo, no les permitían vivir en la ciudad de Santiago donde estaba la tumba del santo). En los reinos cristianos los judíos tenían siempre una situación jurídica especial. Se los consideraban como algo pertenecientes al tesoro real, una propiedad personal del monarca-entre hombres libres y siervos. Muchas poblaciones judías pasaron a ser súbditos de los cristianos con la reconquista de territorio musulmán y los cristianos se aprovecharon de ellos por su conocimiento administrativo. Los judíos sirvieron en los cargos públicos, especialmente en la recaudación de impuestos. Algunos se hicieron muy ricos y se convirtieron en los financieros del reino, llegando a ser lo que hoy llamaríamos ministros de Hacienda de los reyes de Castilla y Aragón. El tesorero de Alfonso VI de Castilla (época del Cid Campeador) era Yosef ben Ferruziel, llamado, Cidello. El acceso a la corte fue facilitado también por su conocimiento del árabe y de la medicina.
Toedo. Sinagoga, Santa maría la BlancaToldeo. Sinagoga. Santa María la Blanca
A mediados del siglo trece toda la península menos el reino de Granada, estuvo bajo el poder cristiano. Ésta fue la mejor época para los judíos especialmente en los reinos de Aragón y Castilla de Alfonso X
(El Sabio), y Jaime I . Toledo llega a ser un importantísimo centro de vida judía y de vida cultural también. Allí fue importante su labor como traductores y su profundo conocimiento del hebreo, árabe y también romance. A pesar de su aparente tolerancia de los judíos y moros, en Las Siete Partidas (obra legislativa) del gran AlfonsoX, se ve su deseo de apartarlos, mantenerles separados de las comunidades cristianas, y hacerles sentir inferiores y sin algunas libertades civiles. De todos modos, estas leyes no llegaron a implementarse pero nos dicen mucho de la actitud dominante con respecto a los no cristianos. En las Cantigas de Santa María, Alfonso X incluye muchos milagros hechos por la virgen en favor de judíos que luego aceptan el bautismo, sin embargo, en las miniaturas que ilustran los versos, se ve al judío esterotipado y burlado.

La situación de los judíos siempre había sido complicada en esa época. Por un lado, ejercieron cargos públicos de mucha importancia y también ayudaron en la repoblación de los territorios recién conquistados. Sin embargo, era gente no cristiana en un país que a partir de la reconquista de Toldeo había aumentado la idea de la guerra santa o cruzada contra el enemigo pagano, el musulmán. La necesidad de recuperar la tierra goda se confunde con la de eliminar la herejía. En los fueros de los nuevos territorios, tanto como en los antiguos, se mencionan a los judíos como gente diferente con normas de conducta discriminatorias. Vivían separados en juderías y tenían su propia entidad política y jurídica separada e independiente del municipio cristiano de la ciudad donde residían. La aljamaera la institución jurídica que agrupaba a todos los judíos de un lugar y regía su vida, elaboraba sus propios estatutos u ordenanzas que, una vez aprobadas públicamente en la sinagoga y recibidas la sanción real, servían de código civil y penal para la vida interna de la judería. Estas ordenanzas se basaban en las leyes rabínicas. Los tribunales judíos tenían jurisdicción penal, incluyendo la potestad de dictar la pena capital, encargándose el Estado de ejecutar sus sentencias.

La presión de la iglesia junto con la consolidación del poder cristiano dieron lugar al aumento del antijudaísmo. Parece que los reyes intentaron protegerles por tenerlos en cargos de mucha importancia en la corte y porque apreciaron su contribución a la economía. Sin embargo, el pueblo iba mostrando una mayor enemistad, quizás por envidia de su éxito económico y político o porque eran judíos los que con frecuencia recaudaban los odiados impuestos y prestaban dinero con intereses (actividad prohibida a los cristianos). También influía el hecho de que los sacerdotes fomentaban el odio. En 1391, el clima era propicio para un pogrom.  Las palabras incendiarias del arcidiano Ferrán Martínez , terminaron por llevar a los cristianos de Sevilla a asaltar la judería sevillana, causando una matanza. Rápidamente, los asaltos y persecuciones se extendieron a otras partes del país. Algunas comunidades de judíos desaparecieron en este año y nunca se recuperaron. Enfrentados a un posible martirio por su fe, algunos optaron por el bautismo cristiano.

Hubo casos de conversiones de judíos principalmente con altos cargos quizás porque querían mantener sus puestos en el gobierno (esto fue más frecuente después cuando la alternativa era el exilio). La Disputación religiosa de 1263 (un debate entre las dos sectas durante el reinado de Jaime I) entre Nahmánides, rabino judío, y el converso Pablo Cristiano no convenció a casi nadie a convertirse; sin embargo, la de Tortosa en 1412 provocó la conversión de gran número de judíos. Muchas de las conversiones fueron provocadas por el miedo a la persecución, la expropiación de bienes o el exilio, es decir, que se hicieron sin la menor intención de una creencia verdadera. A estas personas se les ha dado el nombre de marranos o criptojudíos y practicaron en secreto el judaísmo (también acusaron a muchos conversos de la misma hipocrecía).

Los cristianos temían el contagio del judaísmo y empezaron a ser severos aún con los conversos. La Inquisición establecida en 1478 acabaría de dar el golpe de gracia a los judíos persiguiéndo a los judaizantes y conversos. La decisión de expulsar a los judíos tomada por Fernando e Isabel, después llamados "Reyes Católicos" (por su celo contra los disidentes religiosos) fue tomada debido sin duda a la presión de los inquisidores. El Edicto de Expulsión firmado el 31 de marzo de 1492 y hecho público un mes más tarde daba un plazo de tres meses para que todos aquellos que no quisieran convertirse al cristianismo salieran obligatoriamente de sus reinos. En aquel momento había alrededor de cien mil judíos o 2% de la población (un porcentaje más alto en las ciudades). En 1498 tuvieron que salir también de Navarra. En este mismo reino al judío extranjero que se encontraba en su territorio se le exigía o el exilio o la muerte.

Muchos judíos fueron a Portugal, de allí serían también expulsados más tarde, otros al norte de Africa, Marruecos, Túnez y Argelia, otros a Italia, Holanda, Francia, etc. Los de esta diáspora judía se conocen como los sefardíeshasta hoy. Se mantuvieron unidos gracias a la cultura y la lengua de sus raíces peninsulares.
 

CONTRIBUCIONES CULTURALES DE LOS HISPANOHEBREOS

Los judíos establecidos en la Península hasta el momento de la invasión musulmana no habían llevado a cabo ninguna tarea desde el punto de vista científico y cultural de que tengamos noticia. Después del 711, las condiciones cambiaron de modo radical. Las relaciones con el Oriente les facilitaron textos y materiales religiosos. En Córdoba, la abierta capital del poderoso califa, se empezó a ensombrecer la fama de la debilitada Bagdad, la vida espiritual trasplantada de Babilonia experimentaba un auge extraordinario. Se desarrolló una Academia cordobesa de gran prestigio que en su plan de estudios figuraban junto a las ciencias  sagradas (Torah y Talmud) las incipientes ciencias profanas. El período conocido como la Edad de Oro dura por varios siglos. Lo que los judíos crearon en aquellos siglos conjuntamente con los árabes fue un auténtico regalo para todo Occidente: se convirtieron en los maestros de Europa.

La comunidad judía de al-Andaluz tuvo una oportunidad singular para desarrollarse, gracias a la exraordinaria carrera política de Abu Joseph Ibn Hasday ibn Shaprut (915-970). Nacido en Jaen, fue un famoso médico y farmaceútico. Los servicios prestados a Abd al-Rahman III le colocaron en la cumbre de la influencia política. Manejaba con igual soltura el árabe, el hebreo y el latín, lo cual le convertió en el interlocutor idóneo de los embajadores que visitaban la Corte de Córdoba. También curó la obesidad de Sancho I de León, preparando la sumisión de este reino, borrando la humillación de la batalla de Simancas. Negoció en el 944 un tratado comercial con Constantino VIII de Bizancio, y aprovechó este momento para traducir al árabe el tratado médico de Dioscorides, desde una versión latina. Hasday es importante también por haber sido el creador de la gran escuela talmúdica española.

En el período del Califato, los judíos prosperaron junto a los árabes que apreciaron sus aportaciones intelectuales y se hermanaron contra el símbolo de la Cruz. Ya indentificados con los árabes, no vacilaron en vestirse como ellos, en adaptar sus costumbres y su lengua. El Califato creció también con la llegada de muchos judíos perseguidos de Oriente. Los escritores siempre pertenecían a la élite y se les conoce como poetas cortesanos.

Con sus descubrimientos y experimentos, sus investigaciones y sus atrevidas ideas, dieron un fuerte impulso al progreso espiritual de la humanidad en el campo de la filosofía y las ciencias naturales, progreso que durante siglos no se había conocido en Occidente. Las ideas de Aristóteles llegan a Europa procedente del área árabe, estudiado y comentado ya por los filósofos árabes y judíos, y sienta las bases para la Escolástica. Las ciencias exactas, la medicina, la astronomía, y las matemáticas no hicieron su entrada en la Europa central hasta que llegaron a ella los escritos y las obras científicas árabes traducidas al latín.

Llegaron entonces los poetas gramáticos como Menahem ibn Saruq, Danash ibn Labrat y Judah ibn David preparando estudios linguísticos del hebreo. Córdoba y Lucena llegaron a convertirse en focos activos de la cutura hebraica. Sefarad se convirtió en la segunda patria-nunca en la primera, pues la mirada y el pensamiento seguían puestos en Jerusalén (como se ve en mucha poesía).

De mayor importancia después del califato fueron la obra y escritos de R. Samuel ha Levi ben Josef Ibn Nagrella ha-Nagrid que nació en Mérida, estudió en Córdoba y fue a vivir en Málaga. Su conocimiento del Talmud y de los idiomas peninsulares era muy profundo: se dice que llegó a dominar siete lenguas , incluyendo el latín y el berberisco. Por su habilidad como calígrafo y compositor en árabe, llamó la atención del visir, Ibn al Arif, que lo recomendó a su rey, Habbus, de Granada. Rapidamente llegó a ser visir, jefe del ejército y desde 1027, príncipe (nagid) de los judíos. Siguió siendo visir del hijo de Habbus también. Favoreció la inmigracion judía hasta el punto de que Granada pudo llamase, "Granada de los judíos". Poeta, gramático y talmudista, de acuerdo con la tradición en que había sido educado, se conservan de él 1.742 poesías, casi todas de inspiración profana.

Cuando la sutuación de tolerancia cambió en Granada, muchos judíos se fueron a Sevilla y Zaragoza. Un poeta de mucho renombre de éste último lugar fue Salomón Ibn Gabirol. Murió probablemente en 1058 en Lucena. Lo colocan en la cumbre de la poesía hebraica que escribió siempre en árabe. Utiliza en sus obras conocimientos filosóficos, astronómicos y cosmológicos y alguna influencia qabbalística (mística).

Yehudah Ha-Levi nació en Tudela de Navarra cuando esta ciudad se encontraba aún en poder de los musulmanes. Es la personalidad más atractiva en los años de tránsito del siglo diez al once. Se han identificado 827 composiciones poéticas escritas todas en hebreo, salvo dos. Termina, pues, la influencia árabe y se afirma el nacionalismo israelita, en relación íntima con Jerusalén. Con él se establece el primer contacto frontal de la sociedad cristiana del Norte con el judaísmo. Despegándose de la influencia árabe, abandonó las premisas neoplatónicas para afirmar la superioridad de la Escritura, fuente de la certeza.

Figura de Maimónides en CórdobaLa figura de Maimonides (Cordoba,1135-Egipto,1204) en el judaísmo, puede considerarse paralela a la de Santo Tomás de Aquino en el cristianismo, por su profundidad y por haber utilizado ambos el método aristotélico. Teólogo, médico, mercader, su amplitud de conocimientos puede quedar reflejada en su compleja y abundante obra. Su obra más conocida es la Guia de los perplejos. Escribió fuera de España y en árabe, pero siempre se consideró sefardí. Hay una estatua dedicada a él en Córdoba.

Samuel Halevi fue el jefe de los recaudadores de impuestos en tiempos de Pedro I, el Cruel (1350-1369) y miembro de su consejo privado, junto con dos cristianos, y embajador en Portugal. Ganó gran renombre como constructor de una sinagoga en Toledo, su ciudad natal. Sin embargo, por razones no claras, fue mandado a Sevilla ca. 1360 donde murió torturado.
Toledo. Sinagoga del Tránsito, detalle
Hemos mencionado hasta aquí varios escritores judíos entre muchos otros que contribuyeron a la actividad intelectual de la península en la Edad Media. Después, hay una cantidad de autores conversos o supuestamente conversos (no lo reconocían abiertamente) cuyas obras muestran indirectamente las inquietudes de la vida del converso vigilado y oprimido. Dos obras de 1499 y 1554 que son obras maestras de la literatura española- La Celestina y la novela picaresca, Lazarillo de Tormes,-- fueron escritas sin duda por conversos. Pero aquí no vamos a entrar en este tema tan interestante por estar fuera del propósito inicial.
 

LA RECONQUISTA CRISTIANA Y LA CONSOLIDACION DEL PODER

Hasta ahora hemos hablado de los cristianos en su relación con los dos otros grupos. Ahora vamos a hablar de los reinos cristianos y su lento movimiento hacia el sur y la recuperación de territorio y hegemonía. Vimos arriba que las relaciones entre cristianos, judíos y musulmanes fueron complejas y no tan ideológicas como llegaron a ser a partir del siglo trece cuando se inició la reconquista en serio por los fortalecidos cristianos. Hemos visto que la temprana victoria de Pelayo en el 718 en Covadonga no tuvo consecuencias a largo plazo porque a los musulmanes no les interesaba quedarse en el norte que abandonaron por el territorio más ameno y familiar del sur lo que conocemos como Andalucía hoy en día. Vimos, por ejemplo, que el saqueo de Santiago en el siglo diez, no tuvo como propósito la conquista de este territorio sino que fue un intento de Almanzor de mostrar su poder personal y buscar la aprobación de sus correligionarios en Córdoba.

Las batallas y escaramuzas tempranas fueron para buscar botín o tributo de los vencidos-una práctica de los dos lados.33 En el Poema del Mío Cid vemos muy claramente que los cristianos y el mismo gran héroe nacional, se ofrecían a servir como soldados a los musulmanes y a veces los jefes cristianos defendían con armas a otros musulmanes amenazados por los de su propia religión. Hay casos de matrimonios mixtos a altos niveles y las familias se relacionaron. Los musulmanes hicieron comercio con los europeas pasando por territorio cristiano sin problemas. El sur estaba mucho más poblado que el norte y con un nivel cultural mucho más alto, como hemos visto. Parece que aun admirando la economía y riquezas del sur, no apreciaron el alto nivel de cultura literaria; el ideal del guerrero masculino prevalecía entre los cristianos del norte..

Cuando el califato se desintegró a partir de 1002 (aunque manteniendo su supremacia económica y cultural), la España cristiana consolidó su poder militar y empezó a desarrollar sus instituciones políticas y sociales.

Las importantes figuras del siglo once son Sancho el Mayor (1000-1035) y Fernando I , su hijo, (1035-65). Los principados de Galicia, León, Castilla, Aragón y Cataluña conservaron su independencia y sus pretenciones a la hegemonía cristiana. La riqueza del norte venía casi exclusivamente de los tributos (parias) que pagaban las grandes ciudades conquistadas: Zaragoza, Toledo, y Sevilla, por ejemplo.

La expansión de los dominios cristianos y su prosperidad iban acompañadas por un proceso de europeización. Si antes del siglo once, Toledo y Santiago fueron los centros religiosos, que a partir de entonces, miraron hacia Roma. Cataluña había tendio este contacto ya por medio de su estrecha relación con Francia y es allí donde se fundaron los primeros monasterios cluniacenses. El rey Sancho estableció esta regla benedictina también en Castilla.
 Con Fernando y Alfonso VI, Castilla se convirtió en en el principal poder dinástico y los soberanos continuaron la política europeizante de Sancho el Mayor. Alfonso VI también fomentó las reformas cluniacenses en los monasterios. Al final de su reino toda la heraquía eclesiástica era francesa. Se facilitó la inmigración de franceses e italianos lo que ayudó a aumentar la población cristiana.Figura del apóstal Santiago, Matamoros Alfonso VI fomentó el interés en el culto a Santiago de Compostela, mejorando con obras públicas el camino que hizo más factible el peregrinaje de los europeos y españoles. Santiago llegó a ser una figura de culto que los cristianos pudieron contrastar con la de los musulmanes: Alá o el profeta, Mahoma. Gritaban su nombre, por ejemplo, al entrar en batalla y se le atribuían muchos milagros en favor de los cristianos en guerra contra el enemigo musulmán. Su sobrenombre llegó a ser el de "Matamoros".
Santiago, botafumeiro contra el olor del peregrino
¿De dónde vino el empuje para convertir el sistema tan enriquecedor del tributo o parias al de la conquista directa? Pues, importantes conquistas ocurrieron en época de Alfonso VI y su alférez, el Cid. Estos habían sido los enemigos, pero hicieron las paces y el Cid pasó a servir al rey. Alfonso conquistó Toldeo en 1085 y el Cid, Valencia cerca de 1090. Su relación es complicada y merece la pena conocerla (aquí no, in embargo). Muestra las alianzas temporales, el oportunismo, y la inestabilidad de las fuerzas cristianas. Los almorávides (invitados por los taífas) y los almohades que llegaron desde África después de la caída del califato, mostraron la debilidad militar de los musulmanes peninsulares. También trajeron una religiosidad más fanática que rechazó la tolerancia antes mostrada. Esto, junto con las insistentes llamadas por una cruzada cristiana hechas por una administración eclesiástica más fuerte y e europeizada hizo más clara la enemistad religiosa.

En el reino cristiano coexistían tres lenguas: el latín (lengua escrita y de la cultura), el árabe que se hablaba mucho por la intensa arabización de los mozárabes de tierras conquistadas y de los que habían inmigrado a reinos cristianos después de la llegada de los almoravides y los almohades, y la lengua romance castellana o lengua hablada común. El romance (en sus variados dialectos) empieza a ser utilizado como lengua literaria poética. Sin duda se cantaban entonces los primeros poemas épicos. Sabemos de ellos por fragmentos que aparecen en diversas crónicas (la Cronica Gothorum del siglo XI, la Crónica Silense y la Najerense del siglo XII). También tenemos casi entero el Poema del Mío Cid (s. XII). La primera poesía lírica que tenemos son las jarchas en romance mozárabe (ver arriba).

El siglo doce se caracterizó por la desunión política y por el triunfo de los intereses económicos de los grandes latifundistas y del clero, frente a los de la burguesía. En Castilla y León a los largo del siglo doce se fue desarrollando la cría del ganado lanar y la exportación de la lana hasta llegar a competir favorablemente con el mercado inglés y en los mercados flamencos. Las influencias europeas se hicieron sentir a lo largo del siglo especialmente en Catalonia y Navarra.

En Toledo se creó una importante escuela de traductores, bajo el patrocinio del arzobispo cluniacense, Raimundo. Las traducciones se realizaban del árabe al romance y del romance al latín. Así fue como Europa adquirió sus primeros conocimientos de los tratados árabes de filosofía, gramática, astonomía y medicina. El espíritu latinizante, pro-romano y de cruzada fue recogido por otra orden religiosa francesa y benedictina, los cistercienses, cuando el poder de los cluniaceses decayó. Éstos eran muy pro-romanos. Contribuyeron mucho a la arquitectura religiosa medieval, al conocimiento del cultivo de la tierra y a la cristianización de las nuevas poblaciones. Se mostaron muy agresivos para asegurar la reconquista de territorios musulmanes en espíritu de cruzada. Por un abad de esta orden se fundaron las entidades monásticas de caballeros: Calatrava, Santiago y Alcántara, concebidas para defender las fronteras frente al Islam. Los miembros de estas órdenes se convirtieron en ricos terratenientes y ganaderos. Más tarde, las órdenes llegaron a ser sólo honoríficas ( la cruz roja, de la orden de Santiago que se ve en el pecho de Velázquez en su cuadro, Las Meninas).

A mediados del siglo doce, la España cristiana ya estaba formada por las tres unidades políticas que perdurarían en tiempos modernos: Portugal, Castilla y Aragón-Cataluña. Portugal se convirtió en un reino independiente llegando a serlo oficialmente tras el reconocimiento en 1179 por el papa Alejandro III. Entre los otros reinos se distribuyeron por tratados los dominios que adquirieron por conquista o por tributo. No iba a haber unidad política de la península hasta Fernando y Isabel, pero no cabía duda entonces del futuro hegemónico de los cristianos.

La importante batalla de Navas de Tolosa contra los almohades ocurrió en el año 1212 en el espíritu de cruzada y con tropas europeas. Esta victoria abrió paso a los cristianos hacia las tierras musulmanas del sur y ya el siglo trece fue el de las grandes reconquistas del territorio musulmán. Los protagonistas principales fueron Fernando III de Castilla de Castilla (1217-52) y de León desde 1230 (llamda "el Santo"), y Jaime I de Aragón y Cataluña (1213-76). Fueron hombres dedicados a la idea de la Reconquista. Las ciudades conquistadas son importantes: Jaén, Sevilla (1229), Mallorca (1238), etc. con fuerzas cristianas combinadas y batallas navales incluso. A partir de 1248 sólo el reino de Granada quedaba en manos de musulmanes. Este reino pagaba tributo a Fernando de Castilla (ver arriba) el cual se enriqueció y pudo mantener su poder. Los musulmanes que fueron expulsados de las ciudades se fueron hacia Granada, ya superpoblada. En época de Alfonso X (1252-84) expulsaron a los musulmanes campesinos también y éstos se desplazaron al norte de África o a Granada. Los soldados cristianos que habían luchado en la conquista de los territorios y que habían recibido tierra como recompensa , no la querían trabajar (o no sabían) y la vendieron a las órdenes militares o a los jefes militares (ya grandes terratenientes) iniciando así la tradición que existe hasta hoy de los grandes latifundios andaluces.

Los aragoneses se comportaron de manera distinta y en vez de expulsar a los judíos y musulmanes, prefirieron explotarlos exigiendo los tributos. Por eso había una población musulmana mucho más numerosa en Aragón que en Castilla. En el siglo diecisiete cuando Felipe III expulsó a los moriscos (1609), Aragón sufrió la pérdida de un gran número de trabajadores importantes lo que tuvo efecto muy negativo en su economía.

El siglo catorce trajo consigo problemas y crisis de naturaleza interna tanto como externa. La gran amenaza de los musulmanes ya no existe puesto que están reducidos al reino de Granada y pagando tributo a Castilla. La Cisma de Occidente dura unos treinta y nueve años en el cual hubo dos papas: uno en Roma y otro en Avignón y hasta un tercero en España, Benedicto XIII. Hubo una relajación de la vida monástica reflejada en la satírica obra de Juan Ruiz, El libro de buenamor. A la vez aparecieron obras de severa moralidad como los proverbios del judío Sem Tob o el libro de ejemplos El CondeLucanor, de don Juan Manuel. Es literatura que refleja una sociedad más burguesa y urbana que la feudal del Poema de Mio Cid.

En la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia, España estuvo al lado de Francia. Es también el siglo de las plagas, como la Peste Negra. Esta dio la oportunidad a los antijudíos a echarles la culpa y buscar represalias. La matanza de judíos en 1391--fecha clave en la historia de los judíos en España-- la discutimos más arriba. San Vicente Ferrer recorrió las ciudades castellanas, exhortando a los judíos a la conversión voluntaria y presionó a los reyes para conseguir la promulgación de nuevas leyes restrictivas. Con el apoyo del obispo, Pablo de Santa María (un converso), intentó crear una situación de auténtico apartheid. También los reyes tuvieron que enfrentarse con las luchas de los nobles para mantener su propio poder.

El reino de Aragón dirigió su actividad política y militar a hacia el Mediterráneo; dominó Sicilia y el sur de la península italiana (algunos reyes aragoneses tendrán su corte en Nápoles) y llegó hasta Atenas. Este contacto con Italia y Grecia hace que lleguen las ideas del Renacimiento primero a Aragón.

En la primera parte del siglo quince los reinos de Castilla y Aragón vivían en medio de luchas políticas y de sucesión. Los nobles se levantaron y los reyes se veían amenazados y constantemente metidos en conflictos con ellos. La debilidad y el estado de lucha, tanto en Castilla como en Aragón, cesaron con el gobierno de los Reyes Catolicos. Su unión matrimonial (1469) une también los reinos aunque conservan los dos sus propias leyes.

A mediados del siglo quince surge la noción de "pureza de sangre" (sin antepasados o sangre árabe o judía) como exigencia para determinados cargos, tanto el gobierno real como la Iglesia la rechazaron enérgicamente, pero con el tiempo cambiaron y se convirtió en una característica básica de la sociedad española de los siglos dieciséis y diecisiete. Dio lugar a que se jactara de ser "cristiano viejo" en contraste con el "cristiano nuevo".

Auto de fe: dos herejes y Domingo de GuzmánLos Reyes Católicos trajeron la Inquisición a España en 1478. ¿El Gran Inquisidor duerme?Se aplicó principalmente a los conversos,  pero el blanco de su persecución fueron los judíos. El primer Auto de Fe se celebró en Sevilla en febrero de 1481. Según Hernando del Pulgar, el historador de los Reyes, fueron quemados unos 2.000 herejes en la década de l480, y las historias de esta injusta empresa son muchas. Se pregunta, ¿Cómo pudo la reina Isabel haber cooperado con esta institución perniciosa? ¿Era víctima de un gran fanatismo religioso y compartía los prejuicios casi racistas de sus súbditos cristianos viejos hacia los judíos, conversos, y mudéjares? ¿ O fue el remedio perfecto para solucionar tanto sus problemas financieros como sus preocupaciones religiosas? De todos modos, desempeñó un papel decisivo en el mundo hispánico durante los tres siglos siguientes. Llegó hasta las nuevas tierras del imperio al otro lado del mar.
Catedral de Granada. Sepulcro Reyes CatólicosCatedral de Granada. Tumba del los Reyes Católicos
  El más famoso inquisidor general era el fraile, Tomás de Torquemada, que más tarde presionó a los Reyes a expulsar a los judíos de sus reinos que, por fin, hicieron firmando el Edicto de Expulsión en el mismo año de la conquista de Granada en 1492. Fue efectivo en seguida en Castilla y más tarde en Aragón durante el reinado de Carlos V.

En este año horribilis y mirabilis del final de la Reconquista (con la batalla de Granada), la expulsión de los judíos, y el "descubrimiento" de América fue extraordinario en la historia de España. ¿Qué decir de la ironía de haber rechazado el multiculturalismo en el momento en que iba a incluir en su gobierno a masas de personas indígenas y de unas culturas hasta entonces nunca conocidas? Pero, ésta es otra historia.




VOCABULARIO:

al-Andaluz (ár)–El territorio ibérico bajo control musulmán.

Alférez (ár)-- El oficial que llevaba la bandera en la infantería.

Alhambra (ár)-- El complejo palaciego y castillo de los nazaríes de Córdoba.

Aljama (ár)–En los reinos hispanos medievales , institución jurídica que agrupaba a los
judíos de un lugar; .la comunidad o barrio de judíos o musulmanes que vivían bajo
control cristiano.

Almohade (ár)–El seguidor de Aben Tumart, jefe musulmán que en el s. XII fanatizó a
las tribus occidentales de África (beréberes) y dio ocasión a que se fundase un nuevo
imperio con ruina de los Amoravides.

Almorávide (ár)-- El individuo de una tribu guerrera del Átlas, que se funó un vasto
imperio en el occidente de África y llegó a dominar toda la España árabe desde 1093 a
1148.

Arrianismo –Una herejía cristiana de los arrianos que persistía en la Europa gótica.  No
aceptó la divinidad de Cristo..

Averroes– El nombre latíno del filósofo musulmán, Ibn Rushd, conocido por sus
comentarios sobre Aristóteles. Trabajó en la corte de los Almohades.

Califa (ár)-- del khalifa, sucesor. Título de los príncipes saracenos que, como sucesores
de Mahoma, ejercieron la suprema postestad religiosa y civil en Asia, África y España.

Conversos –Los judíos convertidos al cristianismo (también se aplica a los musulmanes
convertidos al cristianismo.

Cortes-- del catalán, corts.  La junta general que en los antiguos reinos de Castilla,
Aragón, Valencia, Navarra y Cataluña celebraban las personas autorizadas para intervenir
en los negocios graves del Estado, ya por derecho propio, ya en representación de clases o
cuerpos, ya en la de las ciudades y villas que tenían voto en cortes, con arreglo, en cada
uno de los reinos,y a sus leyes, fueros, costumbres y privilegios.

Dhimma (ár.)--Un acuerdo que dio protección a los cristianos y judíos (dhimmi: la gente
del libro) que vivían bajo los musulmanes: .

Diáspora–La diseminación de los judíos por toda la extensión del mundo antiguo.

Emir –Príncipe o caudillo árabe. Emirato, su territorio.

Judería –El barrio judío en una ciudad cristiana.

Marrano –Se aplica como despectivo al converso que judaizaba ocultamente.

Morería –El barrio musulmán en una ciudad cristiana.

Moriscos –Los musulmanes convertidos al cristianismo.

Mozárabes –Los cristianos arabizados que vivían en al-Andaluz o en los reinos del norte.

Mudéjares –Los musumanes que vivían bajo dominio cristiano.

Muezzin (ár)–La persona que llama a los musulmanes a la oración.

Muwallad (ár)–Los cristianos ibéricos convertidos al islam después de la conquista.

Nagid (heb)–El Príncipe o líder de comunidad judía.

Omeya (ár)–Umayyad (ing.). Se dice de cada uno de los descendientes del jefe árabe de
este nombre, fundador del Califato de Damasco, sustituido en el siglo VIII por la dinastía
abasí. La dinastía fue fundada en España por Abd al-Rahman I y duró varios siglos (756-
1031).

Qur’an (ár)-El Corán (esp) o libro en que se contienen las revelaciones de Dios a
Mahoma y que es fundamento de la religión musulmana.

Reconquista  –Se refiere a la recuperación del territorio español invadido por los
musulmanes y cuya culminación fue la toma de Granada en 1492.

Sefarad  (heb)-- El nombre herbreo por España.

Sefardí (heb)–Se refiere al judío ibérico o a la persona cuya herencia es española.

Taífa (ár)–Cada una de los reinos en que se dividió la España árabe al disolverse el
califato de Córdoba.

Talmud (heb)–El libro o compilación canónica de la ley oral que contiene la tradición,
doctrinas, ceremonias y preceptos de la religión judía.

Torah (heb)-- o Torá (esp) Libro de la ley de los judíos.

Visir (ár)–Ministro de un soberano musulmán.